miércoles, 6 de noviembre de 2013

Qué aprendí del Módulo 1


La idea más valiosa que rescato de esta primera parte es la distinción entre examinar y evaluar, que yo siempre usé como sinónimos. Ligado a esto, la diferencia entre poner una nota (un número) y considerar otros aspectos de la enseñanza. No tener claro esas distinciones siempre me trajo problemas como alumno y como docente, porque decimos (y me dijeron) que se valora la creatividad, la participación e interacción, indagar más allá de lo que indica el programa formal, lograr un pensamiento de orden superior, etc.; pero terminamos tomando un examen cerrado y sumativo, y todo lo demás que era tan importante, “no sirve” para aprobar la materia (me ha pasado que algunos alumnos reclamen que se valore todo eso a través de una “nota de concepto”).
El resultado es el que señala Brown en su trabajo: los alumnos saben que la creatividad no será tenida en cuenta.
Transmitir ese doble mensaje de no valorar todo lo que se dice valorar, siempre me pareció injusto y deshonesto. Una “solución” que vislumbro, es tener en claro que una cosa es la nota para calificar (mal o bien) si el alumno “sabe” el contenido; mientras que lo demás sirve para evaluar el aprendizaje y mejorar la enseñanza (además de ser formativo, más allá de la cursada/aprobación de la materia en sí). Y que esa distinción tendría que se explícita hacia los alumnos.

Una percepción que tenía y que ahora confirmo por las lecturas y comentarios de algunos colegas, es que las TIC se utilizan en gran parte para reforzar el modelo tradicional; sólo que abriendo más posibilidades de acceder a la información, y para acelerar actividades convencionales y administrativas.
Pero el aporte más novedoso y exclusivo de las TIC, es su capacidad de fomentar la interacción. Esta característica por el momento no estaría siendo tan aprovechada. Los enfoques señalados por Lipsman me aportaron ideas útiles sobre actividades que se pueden hacer para explotar las TICS en este sentido.

Entiendo que los docentes en general no realizamos una evaluación del aprendizaje, sino que sólo examinamos poniendo notas. Tampoco sentí como estudiante que alguien evaluara mi aprendizaje. Habrá varias razones, pero la de fondo es cultural. Considero que este problema no tiene que ver con las TIC sino que es anterior. Con las TIC retomamos el tema y nos damos cuenta de las posibilidades que ofrecen, pero no es una cuestión de las TIC en sí mismas.


También me gustaron las reflexiones sobre la tendencia a pensar que porque la información esté presentada bajo una determinada tecnología, la enseñanza y el aprendizaje serán superiores con dicha tecnología. Rescato la frase de Brown sobre la educación televisiva y su promesa de ofrecer “contenidos perfectos en todo momento”. Algo similar ocurrió cuando surgieron internet y los materiales presentados en soportes electrónicos y/o en línea: por alguna cuestión psicológica, pareciera que fueran “superiores”.


5 comentarios:

  1. Hola Eduardo, cuando leo las reflexiones de muchos de los colegas que participan en el curso, me alegra el no estar sola en estos sentimientos sobre la evaluación.
    Hace tiempo que me cuestiono el tema de la “nota”. Esa nota muchas veces no refleja el camino que recorrió ese alumno para aprender.
    En Nivel Medio, algunos profesores, tratamos de solucionar este problema con la nota de seguimiento o concepto, pero obviamente en la Facultad esto no existe.
    Patricia

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    1. Sí, algún alumno del CBC alguna vez me preguntó por qué no ponía nota de concepto por "todo su esfuerzo realizado". El tema de la nota numérica es un problema, quizá no tanto en los extremos (notas muy buenas o muy malas) sino en los grises. Quizá fomentando cuestiones que tengan que ver con el recorrido del alumno, este se lleve algo que reconozca como útil, independientemente de haber aprobado o no con una nota. Saludos, Eduardo

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  2. Hola Eduardo, coincido en tu apreciación sobre las TIC, que se utilizan en gran parte para reforzar el modelo tradicional, dejando de lado su capacidad de fomentar la interacción... Pero también creo que la capacidad de fomentar el intercambio y la colaboración tiene que ser parte de una decisión en primer lugar de quienes generan la propuesta educativa, y los criterios que usen para "calificar" los procesos realizados. Saludos, Laura C

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    1. Hola Laura, por supuesto, somos los docentes quienes tenemos que fomentar la interacción. Pienso que se refuerza el modelo tradicional porque en principio uno hace lo que ya sabe hacer, y de a poco va cambiando. Yo, por ejemplo, hoy no sabría proponer una propuesta educativa fuera de ese modelo tradicional, aunque confío en poder hacer algún aporte no tan ambicioso con mis alumnos. Creo que en definitiva es lo que estamos haciendo todos. Saludos, Eduardo

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  3. Hola Eduardo: Rescato este comentario: "Una percepción que tenía y que ahora confirmo por las lecturas y comentarios de algunos colegas, es que las TIC se utilizan en gran parte para reforzar el modelo tradicional; sólo que abriendo más posibilidades de acceder a la información, y para acelerar actividades convencionales y administrativas". Es similar a una de las reflexiones que hice en mis 5 preguntas donde planteo (aunque lo llevo a la educación y a la evaluación en general sin hacer hincapié en lo tecnológico) que me da la impresión de que por incorporar las TICs ya nos creemos "re innovadores" y hasta que punto no estaremos haciendo lo mismo que en el aula y pienso que uno de los ejemplos más clásicos que deben suceder es la evaluación automática.
    Un saludo!

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